martes, 31 de marzo de 2020

LOS MURCIELAGOS Y EL CORONAVIRUS

Los murciélagos no tienen la culpa del coronavirus, sino esta especie

(CNN) — Solitarios, nocturnos, numerosos: los murciélagos son una posible fuente del coronavirus. Sin embargo, algunos científicos coinciden en que no tienen la culpa de la transferencia de la enfermedad que está cambiando nuestra vida cotidiana: la culpa es de los humanos.
Los zoólogos y expertos en enfermedades le han dicho a CNN que los cambios en el comportamiento humano (la destrucción de los hábitats naturales, junto con la gran cantidad de personas que se mueven rápidamente ahora en la Tierra) ha permitido que las enfermedades que una vez estuvieron encerradas en la naturaleza se crucen rápidamente con las personas.
Los científicos aún no están seguros de dónde se originó el virus, y solo podrán probar su origen si aíslan un virus vivo en una especie sospechosa, una tarea difícil.

Pero los virus que son extremadamente similares al que causa covid-19 se han visto en murciélagos de herradura chinos. Eso ha llevado a preguntas urgentes sobre cómo la enfermedad se trasladó de las comunidades de murciélagos, a menudo no afectadas por los humanos, a extenderse por la Tierra. Las respuestas sugieren la necesidad de repensar por completo cómo tratamos el planeta.
Los murciélagos son el único mamífero que puede volar, lo que les permite propagarse en grandes cantidades desde una comunidad en un área amplia, dicen los científicos. Esto significa que pueden albergar una gran cantidad de patógenos o enfermedades. Volar también requiere una gran cantidad de actividad para los murciélagos, lo que ha hecho que su sistema inmunológico se vuelva muy especializado.
“Cuando vuelan tienen una temperatura corporal máxima que imita la fiebre”, dijo Andrew Cunningham, profesor de epidemiología de la vida silvestre en la Sociedad Zoológica de Londres.
“Ocurre al menos dos veces al día con los murciélagos, cuando vuelan para alimentarse y luego vuelven a descansar. Y así, los patógenos que han evolucionado en los murciélagos han evolucionado para resistir estos picos de temperatura corporal”.
Cunningham dijo que esto plantea un problema potencial cuando estas enfermedades se cruzan con otra especie. En los humanos, por ejemplo, la fiebre es un mecanismo de defensa diseñado para elevar la temperatura corporal para matar un virus. Advirtió que un virus que ha evolucionado en un murciélago probablemente no se verá afectado por una temperatura corporal más alta.
Pero, ¿por qué la enfermedad se transfiere en primer lugar? Esa respuesta parece más simple, dice Cunningham, e implica una frase extraña a la que tendremos que acostumbrarnos, ya que es una que ha cambiado nuestras vidas: “desbordamiento zoonótico” o transferencia.
“Las causas subyacentes de la propagación zoonótica de los murciélagos o de otras especies silvestres casi siempre, siempre, han demostrado ser el comportamiento humano”, dijo Cunningham. “Las actividades humanas están causando esto”.
Cuando un murciélago está estresado, al ser cazado o su hábitat dañado por la deforestación, su sistema inmunológico se ve desafiado y le resulta más difícil hacer frente a los patógenos que de otro modo tomaría con calma. “Creemos que el impacto del estrés en los murciélagos sería muy similar al de las personas”, dijo Cunningham.
“Permitiría que las infecciones aumenten y se excreten, que se eliminen. Se puede pensar que si las personas están estresadas y tienen el virus del herpes labial, contraerán un herpes labial. Ese es el virus que se ‘expresa’. Esto también puede suceder en los murciélagos”.

En el probable epicentro del virus, los llamados mercados húmedos de Wuhan, China, donde los animales salvajes se mantienen cautivos y se venden como manjares o mascotas, puede producirse una mezcla aterradora de virus y especies.
Repulsivas imágenes del mercado de Wuhan antes de su cierre 3:43
“Si se envían o se mantienen en los mercados, cerca de otros animales o humanos”, dijo Cunningham, “entonces existe la posibilidad de que esos virus se eliminen en grandes cantidades”. Dijo que los otros animales en un mercado como ese también son más vulnerables a la infección ya que también están estresados.
“Estamos aumentando el transporte de animales, para medicinas, mascotas, alimentos, a una escala que nunca antes habíamos hecho”, dijo Kate Jones, presidenta de Ecología y Biodiversidad en el University College de Londres.
“También estamos destruyendo sus hábitats en paisajes que están más dominados por los humanos. Los animales se están mezclando de formas extrañas que nunca antes habían sucedido. Entonces, en un mercado húmedo, van a tener una carga de animales en jaulas uno encima del otro”.
Cunningham y Jones señalaron un factor que significa que casos raros de propagación zoonótica pueden convertirse en problemas globales en semanas. “Los efectos secundarios de los animales salvajes habrán ocurrido históricamente, pero la persona que habría sido infectada probablemente habría muerto o se habría recuperado antes de entrar en contacto con un gran número de personas en un pueblo o en una ciudad”, dijo Cunningham.
“En estos días, con el transporte motorizado y los aviones, puedes estar en un bosque en África central un día, y en una ciudad como el centro de Londres al día siguiente”.
Jones estuvo de acuerdo. “Cualquier desbordamiento que hayas tenido antes se ve magnificado por el hecho de que hay tantos de nosotros y debido a que estamos tan bien conectados”.
Hay dos lecciones simples, dicen, que la humanidad puede aprender, y debe aprender rápido.
Primero, los murciélagos no tienen la culpa, y en realidad podrían ayudar a proporcionar la solución. “Es fácil señalar con el dedo a la especie huésped”, dijo Cunningham.
“Pero en realidad es la forma en que interactuamos con ellos lo que ha llevado a la propagación pandémica del patógeno”. Agregó que sus sistemas inmunes son poco conocidos y pueden proporcionar pistas importantes. “Comprender cómo los murciélagos hacen frente a estos patógenos puede enseñarnos cómo lidiar con ellos, si se contagian a las personas”.
En última instancia, enfermedades como el coronavirus podrían estar aquí para quedarse, a medida que la humanidad crece y se propaga a lugares donde anteriormente no tenía ningún negocio. Cunningham y Jones coinciden en que esto hará que un cambio en el comportamiento humano sea una solución más fácil que desarrollar una vacuna muy costosa para cada nuevo virus.
El coronavirus es quizás la primera señal clara e indiscutible de la humanidad de que el daño ambiental también puede matar a los humanos rápidamente. Y también puede volver a ocurrir, por las mismas razones.
“Hay decenas de miles [de virus] esperando ser descubiertos”, dijo Cunningham. “Lo que realmente necesitamos hacer es comprender dónde están los puntos críticos de control para la propagación zoonótica de la vida silvestre y evitar que ocurra en esos lugares. Esa será la forma más rentable de proteger a los humanos”.
Jones dijo que los virus “están en aumento porque hay muchos de nosotros y estamos muy conectados. La posibilidad de que ocurran más [desbordamiento en humanos] es mayor porque estamos degradando estos paisajes. La destrucción de los hábitats es la causa, por lo que restaurar los hábitats es una solución”.
La última lección es que el daño al planeta también puede dañar a las personas más rápida y severamente que los cambios generacionales y graduales del cambio climático.
“No está bien transformar un bosque en agricultura sin comprender el impacto que tiene sobre el clima, el almacenamiento de carbono, la aparición de enfermedades y el riesgo de inundación”, dijo Jones. “No puedes hacer esas cosas de forma aislada sin pensar en lo que eso le hace a los humanos”.

FICR, UNICEF Y LA OMS Y LA PROTECCION A NIÑOS CONTRA EL COVID- 19

COVID-19: la FICR, UNICEF y la OMS publican una ‎guía para proteger a los niños y apoyar la seguridad ‎en las operaciones escolares

‎ LA ORIENTACIÓN INCLUYE ACCIONES PRÁCTICAS Y LISTAS DE CONTROL PARA ADMINISTRADORES, ‎MAESTROS, PADRES E HIJOS ‎

10 de marzo de 2020 
Comunicado de prensa conjunto
GINEBRA/NUEVA YORK - La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han publicado hoy unas nuevas directrices para ayudar a proteger a los niños y las escuelas contra la transmisión del virus COVID-19. En la guía figuran consideraciones fundamentales y listas de control prácticas para mantener las escuelas seguras. También presta asesoramiento a las autoridades nacionales y locales sobre cómo adaptar y aplicar los planes de emergencia en las instalaciones educativas.
En el caso de que se produzcan cierres de las escuelas, la guía presenta recomendaciones para mitigar los posibles efectos negativos del virus sobre el aprendizaje y el bienestar de los niños. Esto significa contar con planes sólidos para garantizar la continuidad del aprendizaje, entre ellos la posibilidad de poner en marcha métodos de aprendizaje a distancia como por ejemplo estrategias de educación en línea y emisiones radiales de contenido académico, así como el acceso a los servicios básicos para todos los niños. Estos planes deberían incluir también las medidas necesarias para una reapertura eventual de las escuelas en condiciones de seguridad.

En los casos en que las escuelas permanezcan abiertas, y para garantizar que los niños y sus familias estén protegidos e informados, la guía pide que se tomen las siguientes medidas:
  • Proporcionar a los niños información sobre cómo protegerse;
  • Promover las mejores prácticas de lavado de manos y de higiene, y proporcionar materiales para la higiene;
  • Limpiar y desinfectar los edificios escolares, especialmente las instalaciones de agua y saneamiento; y
  • Aumentar el flujo de aire y la ventilación.

La guía, si bien se centra en los países donde ya se ha confirmado la transmisión del COVID-19, sigue siendo pertinente para otros contextos. La educación puede alentar a los estudiantes a convertirse en promotores de la prevención y el control de las enfermedades en el hogar, en la escuela y en su comunidad, ya que les ofrece los medios para hablar con otras personas sobre cómo prevenir la propagación de los virus. Mantener un funcionamiento seguro de las escuelas, o reabrirlas después de su cierre, requiere tener en cuenta muchas cuestiones, pero si se hace de manera adecuada puede promover la salud pública.
Por ejemplo, las directrices sobre seguridad en las escuelas aplicadas en Guinea, Liberia y Sierra Leona durante el brote de la enfermedad del virus del ébola desde 2014 hasta 2016 ayudaron a prevenir las transmisiones del virus en las escuelas.

UNICEF exhorta a las escuelas –tanto las que están abiertas como las que ofrecen ayuda a los estudiantes a través de la enseñanza a distancia– a proporcionar a sus alumnos un apoyo integral. Las escuelas deberían ofrecer a los niños información vital sobre el lavado de manos y otras medidas para protegerse a sí mismos y a sus familias; facilitar el apoyo a la salud mental; y ayudar a prevenir el estigma y la discriminación alentando a los estudiantes a mostrarse amables entre ellos y evitar estereotipos cuando hablan del virus.

La nueva orientación ofrece también consejos útiles y listas de verificación para los progenitores y los cuidadores, así como para los propios niños y estudiantes. Estas medidas incluyen:

  • Vigilar la salud de los niños y evitar que vayan a la escuela si están enfermos;
  • Alentar a los niños a hacer preguntas y expresar sus preocupaciones; y
  • Toser o estornudar sobre un pañuelo de papel o en el codo, y evitar tocarse la cara, los ojos, la boca y la nariz.

domingo, 29 de marzo de 2020

EE.UU.:protestan empleados de salud ante falta de equipo para Covid-19

Preguntas y respuestas sobre la enfermedad por coronavirus (COVID-19)

¿Qué es un coronavirus?

Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19.

¿Qué es la COVID-19?

La COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.

¿Cuáles son los síntomas de la COVID-19?

Los síntomas más comunes de la COVID-19 son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Algunas personas se infectan pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial. Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen la COVID-19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. En torno al 2% de las personas que han contraído la enfermedad han muerto. Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica.

¿Cómo se propaga la COVID-19?

Una persona puede contraer la COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala. Estas gotículas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer la COVID-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca. También pueden contagiarse si inhalan las gotículas que haya esparcido una persona con COVID-19 al toser o exhalar. Por eso es importante mantenerse a más de 1 metro (3 pies) de distancia de una persona que se encuentre enferma.
La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre las formas de propagación de la COVID-19 y seguirá informando sobre los resultados actualizados.

¿Puede transmitirse a través del aire el virus causante de la COVID-19?

Los estudios realizados hasta la fecha apuntan a que el virus causante de la COVID-19 se transmite principalmente por contacto con gotículas respiratorias, más que por el aire. 

¿Es posible contagiarse de COVID-19 por contacto con una persona que no presente ningún síntoma?

La principal forma de propagación de la enfermedad es a través de las gotículas respiratorias expelidas por alguien al toser. El riesgo de contraer la COVID-19 de alguien que no presente ningún síntoma es muy bajo. Sin embargo, muchas personas que contraen la COVID-19 solo presentan síntomas leves. Esto es particularmente cierto en las primeras etapas de la enfermedad. Por lo tanto, es posible contagiarse de alguien que, por ejemplo, solamente tenga una tos leve y no se sienta enfermo. La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre el periodo de transmisión de la COVID-19 y seguirá informando sobre los resultados actualizados.

¿Es posible contagiarse de COVID-19 por contacto con las heces de una persona que padezca la enfermedad?

El riesgo de contraer la COVID-19 por contacto con las heces de una persona infectada parece ser bajo. Aunque las investigaciones iniciales apuntan a que el virus puede estar presente en algunos casos en las heces, la propagación por esta vía no es uno de los rasgos característicos del brote. La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre las formas de propagación de la COVID-19 y seguirá informando sobre los nuevos resultados. No obstante, se trata de un riesgo y por lo tanto es una razón más para lavarse las manos con frecuencia, después de ir al baño y antes de comer.

¿Qué puedo hacer para protegerme y prevenir la propagación de la enfermedad?

Medidas de protección para todas las personas 

Manténgase al día de la información más reciente sobre el brote de COVID-19, a la que puede acceder en el sitio web de la OMS y a través de las autoridades de salud pública pertinentes a nivel nacional y local. Se han registrado casos en muchos países de todo el mundo, y en varios de ellos se han producido brotes. Las autoridades chinas y las de otros países han conseguido enlentecer o detener el avance de los brotes, pero la situación es impredecible y es necesario comprobar con regularidad las noticias más recientes.
Hay varias precauciones que se pueden adoptar para reducir la probabilidad de contraer o de contagiar la COVID-19:

  • Lávese las manos a fondo y con frecuencia usando un desinfectante a base de alcohol o 
  • con agua y jabón.
¿Por qué? Lavarse las manos con agua y jabón o usando un desinfectante a base de alcohol mata los virus que pueda haber en sus manos.
  • Mantenga una distancia mínima de 1 metro (3 pies) entre usted y cualquier persona 
  • que tosa o estornude.
¿Por qué? Cuando alguien tose o estornuda, despide por la nariz o por la boca unas gotículas de líquido que pueden contener el virus. Si está demasiado cerca, puede respirar las gotículas y con ellas el virus de la COVID-19, si la persona que tose tiene la enfermedad.
  • Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca
¿Por qué? Las manos tocan muchas superficies y pueden recoger virus. Una vez contaminadas, las manos pueden transferir el virus a los ojos, la nariz o la boca. Desde allí, el virus puede entrar en su cuerpo y causarle la enfermedad.
  • Tanto usted como las personas que les rodean deben asegurarse de mantener una 
  • buena higiene de las vías respiratorias. Eso significa cubrirse la boca y la nariz con 
  • el codo doblado o con un pañuelo de papel al toser o estornudar. El pañuelo usado 
  • debe desecharse de inmediato.
¿Por qué? Los virus se propagan a través de las gotículas. Al mantener una buena higiene respiratoria está protegiendo a las personas que le rodean de virus como los del resfriado, la gripe y la COVID-19.
  • Permanezca en casa si no se encuentra bien. Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar,
  •  busque atención médica y llame con antelación. Siga las instrucciones de las autoridades
  •  sanitarias locales.
¿Por qué? Las autoridades nacionales y locales dispondrán de la información más actualizada sobre la situación en su zona. Llamar con antelación permitirá que su dispensador de atención de salud le dirija rápidamente hacia el centro de salud adecuado. Esto también le protegerá a usted y ayudará a prevenir la propagación de virus y otras infecciones.
  • Manténgase informado sobre las últimas novedades en relación con la COVID-19. 
  • Siga los consejos de su dispensador de atención de salud, de las autoridades sanitarias 
  • pertinentes a nivel nacional y local o de su empleador sobre la forma de protegerse a sí 
  • mismo y a los demás ante la COVID-19.
¿Por qué? Las autoridades nacionales y locales dispondrán de la información más actualizada acerca de si la COVID-19 se está propagando en su zona. Son los interlocutores más indicados para dar consejos sobre lo que debe hacer la gente de su zona para protegerse.
  • Consulte las noticias más recientes sobre las zonas de mayor peligro (es decir, las 
  • ciudades y lugares donde la enfermedad se está propagando más extensamente). Si le
  •  es posible, evite desplazarse a estas zonas, sobre todo si su edad es avanzada o tiene
  •  usted diabetes, cardiopatías o neumopatías.
¿Por qué? Estas precauciones se deben adoptar en estas zonas porque la probabilidad de contraer la COVID-19 es más elevada.

Medidas de protección para las personas que se encuentran en zonas donde se está propagando la COVID-19 o que las han visitado recientemente (en los últimos 14 días)

• Siga las orientaciones antes expuestas (Medidas de protección para todas las personas)
• Permanezca en casa si empieza a encontrarse mal, aunque se trate de síntomas leves como dolor de cabeza, fiebre ligera (37,3 oC o más) y rinorrea leve, hasta que se recupere. Si le resulta indispensable salir de casa o recibir una visita (por ejemplo, para conseguir alimentos), póngase una mascarilla para no infectar a otras personas.
¿Por qué? Evitar los contactos con otras personas y las visitas a centros médicos permitirá que estos últimos funcionen con mayor eficacia y ayudará a protegerle a usted y a otras personas de posibles infecciones por el virus de la COVID-19 u otros.
• Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, busque rápidamente asesoramiento médico, ya que podría deberse a una infección respiratoria u otra afección grave. Llame con antelación e informe a su dispensador de atención de salud sobre cualquier viaje que haya realizado recientemente o cualquier contacto que haya mantenido con viajeros.
¿Por qué? Llamar con antelación permitirá que su dispensador de atención de salud le dirija rápidamente hacia el centro de salud adecuado. Esto ayudará también a prevenir la propagación de virus y otras infecciones.

¿Qué probabilidades hay de que contraiga la COVID-19?

El riesgo depende del lugar donde se encuentre usted y, más concretamente, de si se está produciendo un brote de COVID-19 en dicho lugar.
Para la mayoría de las personas que se encuentran en la mayor parte de los lugares, el riesgo de contraer esta enfermedad continúa siendo bajo. Sin embargo, sabemos que hay algunos lugares (ciudades o zonas) donde se está propagando y donde el riesgo de contraerla es más elevado, tanto para las personas que viven en ellas como para las que las visitan. Los gobiernos y las autoridades sanitarias están actuando con determinación cada vez que se detecta un nuevo caso de COVID-19. Es importante que todos respetemos las restricciones relativas a los viajes, los desplazamientos y las concentraciones multitudinarias de personas aplicables a cada lugar en concreto. Si cooperamos con las medidas de lucha contra la enfermedad, reduciremos el riesgo que corremos cada uno de nosotros de contraerla o de propagarla.
Como se ha comprobado en China y en otros países, es posible detener los brotes de COVID-19 y poner fin a su transmisión. No obstante, la gran rapidez con que pueden aparecer nuevos brotes nos obliga a ser conscientes de la situación en los lugares donde nos encontramos o donde tengamos intención de ir. La OMS publica cada día actualizaciones sobre la situación de la COVID-19 en el mundo, que se pueden consultar, en inglés, en la página https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/situation-reports/.

¿Debo preocuparme por la COVID-19?

Por lo general, los síntomas de la COVID-19 son leves, sobre todo en los niños y los adultos jóvenes. No obstante, también pueden ser graves y obligan a hospitalizar a alrededor de uno de cada cinco infectados. Por consiguiente, es bastante normal preocuparse por los efectos que el brote de COVID-19 puede tener en nosotros y en nuestros seres queridos.
Esta preocupación debe servirnos para adoptar medidas de protección para nosotros, nuestros seres queridos y las comunidades donde vivimos. La medida principal y más importante es la higiene regular y completa de las manos y de las vías respiratorias. En segundo lugar, es importante mantenerse informado y seguir los consejos de las autoridades sanitarias locales, como los relativos a los viajes, los desplazamientos y los eventos donde se pueda concentrar un gran número de personas. Puede consultar los consejos sobre protección en la página https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public.

¿Quién corre riesgo de desarrollar una enfermedad grave?

Todavía tenemos mucho por aprender sobre la forma en que la COVID-2019 afecta a los humanos, pero parece que las personas mayores y las que padecen afecciones médicas preexistentes (como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes) desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras.

¿Son eficaces los antibióticos para prevenir o tratar la COVID-19?

No. Los antibióticos no son eficaces contra los virus, solo contra las infecciones bacterianas. La COVID-19 está causada por un virus, de modo que los antibióticos no sirven frente a ella. No se deben usar antibióticos como medio de prevención o tratamiento de la COVID-19. Solo deben usarse para tratar una infección bacteriana siguiendo las indicaciones de un médico.

¿Existen medicamentos o terapias que permitan prevenir o curar la COVID-19?

Aunque algunos remedios occidentales, tradicionales o caseros pueden proporcionar confort y aliviar los síntomas de la COVID-19, no hay pruebas de que los medicamentos actuales puedan prevenir o curar la enfermedad. La OMS no recomienda la automedicación, en particular con antibióticos, para prevenir o curar la COVID-19. Hay varios ensayos clínicos en curso con medicamentos occidentales y tradicionales. La OMS facilitará información actualizada tan pronto como los resultados de los ensayos clínicos estén disponibles.

¿Existe alguna vacuna, medicamento o tratamiento para la COVID-19?

Todavía no. Hasta la fecha, no hay ninguna vacuna ni medicamento antiviral específico para prevenir o tratar la COVID-2019. Sin embargo, los afectados deben recibir atención de salud para aliviar los síntomas. Las personas que presentan casos graves de la enfermedad deben ser hospitalizadas. La mayoría de los pacientes se recuperan con la ayuda de medidas de apoyo.
Se están investigando posibles vacunas y distintos tratamientos farmacológicos específicos. Hay ensayos clínicos en curso para ponerlos a prueba. La OMS está coordinando los esfuerzos dirigidos a desarrollar vacunas y medicamentos para prevenir y tratar la COVID-19.
Las formas más eficaces de protegerse a uno mismo y a los demás frente a la COVID-19 son: lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca con el codo o con un pañuelo de papel al toser y mantener una distancia de al menos 1 metro (3 pies) con las personas que tosen o estornudan. (Véase ¿Qué puedo hacer para protegerme y prevenir la propagación de la enfermedad?).

¿Son lo mismo la COVID-19 y el SRAS?

No. El genoma del virus que causa la COVID-19 y el del responsable del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) son similares, pero no iguales. El SRAS es más letal pero mucho menos infeccioso que la COVID-19. Desde 2003, no se han registrado brotes de SRAS en ningún lugar del mundo.

¿Debo llevar mascarilla para protegerme?

Si no se presentan los síntomas respiratorios característicos de la COVID-19 (sobre todo, tos) o no se cuida de una persona que pueda haber contraído esta enfermedad, no es necesario llevar puesta una mascarilla clínica. Recuerde que las mascarillas desechables solo se pueden utilizar una vez y tenga en cuenta también que, si no está usted enfermo o no cuida de una persona que lo esté, está malgastando una mascarilla. Las existencias de mascarillas en el mundo se están agotando, y la OMS insta a utilizarlas de forma sensata.
La OMS aconseja hacer un uso racional de las mascarillas clínicas para no derrochar innecesariamente ni usar indebidamente unos utensilios que son valiosos (véase el apartado Cuándo y cómo usar mascarilla). 
Las medidas frente a la COVID-19 más eficaces para protegerse a uno mismo y a los demás son: lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca con el codo o con un pañuelo de papel al toser y mantener una distancia de, al menos, 1 metro (3 pies) con las personas que tosen o estornudan. Para más información a este respecto, pueden consultarse las medidas básicas de protección frente al nuevo coronavirus.

Cómo ponerse, usar, quitarse y desechar una mascarilla

1. Recuerde que solo deben usar mascarilla los trabajadores sanitarios, los cuidadores y las personas con síntomas respiratorios como fiebre y tos.
2. Antes de tocar la mascarilla, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
3. Inspeccione la mascarilla para ver si tiene rasgaduras o agujeros.
4. Oriente hacia arriba la parte superior (donde se encuentra la tira de metal).
5. Asegúrese de orientar hacia afuera el lado correcto de la mascarilla (el lado coloreado).
6. Colóquese la mascarilla sobre la cara. Pellizque la tira de metal o el borde rígido de la mascarilla para que se amolde a la forma de su nariz.
7. Tire hacia abajo de la parte inferior de la mascarilla para que le cubra la boca y la barbilla.
8. Después de usarla, quítese la mascarilla; retire las cintas elásticas de detrás de las orejas manteniendo la mascarilla alejada de la cara y la ropa, para no tocar las superficies potencialmente contaminadas de la mascarilla.
9. Deseche la mascarilla en un contenedor cerrado inmediatamente después de su uso.
10. Lávese las manos después de tocar o desechar la mascarilla. Use un desinfectante a base de alcohol o, si están visiblemente sucias, láveselas con agua y jabón.

¿Cuánto dura el periodo de incubación de la COVID-19?

El «período de incubación» es el tiempo que transcurre entre la infección por el virus y la aparición de los síntomas de la enfermedad. La mayoría de las estimaciones respecto al periodo de incubación de la COVID-19 oscilan entre 1 y 14 días, y en general se sitúan en torno a cinco días. Estas estimaciones se irán actualizando a medida que se tengan más datos.

¿Pueden los humanos contraer el virus de la COVID-19 por contacto con un animal?

Los coronavirus son una extensa familia de virus que son comunes entre los murciélagos y otros animales. En raras ocasiones las personas se infectan por estos virus, que luego pueden propagarse a otras personas. Por ejemplo, el SRAS-CoV iba asociado a las civetas y el MERS-CoV se transmite a través de los dromedarios. Todavía no se ha confirmado el posible origen animal de la COVID-19. 
Como medida de protección al visitar mercados de animales vivos o en otras situaciones parecidas, evite el contacto directo con los animales y las superficies que estén en contacto con ellos. Asegúrese de que en todo momento se observen prácticas adecuadas de higiene de los alimentos. Manipule con cuidado la carne, la leche o los órganos de animales crudos para evitar la contaminación de alimentos no cocinados y evite el consumo de productos animales crudos o poco cocinados.

¿Mi mascota me puede contagiar la COVID-19?

Aunque ha habido un caso de un perro infectado en Hong Kong, hasta la fecha no hay pruebas de que un perro, un gato o cualquier mascota pueda transmitir la COVID-19. La COVID-19 se propaga principalmente a través de las gotículas producidas por una persona infectada al toser, estornudar o hablar. Para protegerse a sí mismo, lávese las manos a fondo frecuentemente.
La OMS se mantiene al tanto de las últimas investigaciones a este respecto y otras cuestiones relacionadas con la COVID-19 y proporcionará información actualizada de las conclusiones que se vayan obteniendo. 

¿Cuánto tiempo sobrevive el virus en una superficie?

No se sabe con certeza cuánto tiempo sobrevive el virus causante de la COVID-19 en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus. Los estudios realizados (incluida la información preliminar disponible sobre el virus de la COVID-19) indican que los coronavirus pueden subsistir en una superficie desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las condiciones (por ejemplo, el tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente).
Si cree que una superficie puede estar infectada, límpiela con un desinfectante común para matar el virus y protegerse de este modo a usted mismo y a los demás. Lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón. Evite tocarse los ojos, la boca o la nariz.

¿Es seguro recibir un paquete de una zona en la que se hayan notificado casos de COVID-19?

Sí. La probabilidad de que una persona infectada contamine artículos comerciales es baja, y el riesgo de contraer el virus causante de la COVID-19 por contacto con un paquete que haya sido manipulado, transportado y expuesto a diferentes condiciones y temperaturas también es bajo.

¿Hay algo que no deba hacer?

Las siguientes medidas NO SON eficaces contra la COVID-2019 y pueden resultar perjudiciales:
  • Fumar
  • Llevar varias mascarillas
  • Tomar antibióticos 
En cualquier caso, si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, trate de obtener atención médica lo antes posible para reducir el riesgo de desarrollar una infección más grave, y asegúrese de informar a su dispensador de atención de salud acerca de sus viajes recientes.
Enlaces para obtener más información
Consejos de la OMS para viajarhttps://www.who.int/ith/es/ 

LA CUARENTENA,LA FAMILIA Y EL CORONAVIRUS

“No considero el aislamiento malo x tener que quedarme en casa con quien yo quiero mucho y amo.
El aislamiento es lo que están viviendo en hospitales, los enfermos graves.
Dejemos d decir que estámos aburridos, molestos porque no podemos salir de casa; mientras que todos los que están en el hospital quieren irse a casa.
Entonces, agradescamos a Dios si tienes que quedarte en casa, pues a pesar de todo, con dinero o sin dinero, con un trabajo o sin trabajo, estás en el mejor lugar que podrías estar, en tu casa, rodeado por quien te ama y te quiere!!
Quizás sea hora de transformar la casa en un lugar maravilloso para quedarse, un lugar de paz y no de guerra, de abrazo y no de distanciamiento,,,y silencio
De todos modos, mira con otros ojos la situación que estás viviendo!! Amate y Ama!!!,,,,
Haz de tu casa una fiesta: Escucha música, goza, canta, baila,,, eso si que no moleste a tus vecinos.
Haz de tu casa un templo: Ora, reza, medita, pregunta, agradece, alaba, suplica...
Haz de tu casa una escuela: Lee, escribe, 1 tesis, dibuja, pinta, estudia, googlear,,, investiga, aprende, enseña...
Haz de tu casa una tienda: Limpia,organiza, decora, etiqueta, mueve de lugar, ordena, asea, vende, dona ...
Haz de tu casa un restaurante: prepara, prueba, Cocina, come, crea tus propias recetas, cultiva, siembra, especias, planta, una flor, un huerto...
En fin... haz de tu casa, de tu familia, " Un Lugar d AMOR".

Replicó y escribo algo +  x que me enviaron esta linda reflexión,,,, ánimo sigamos Adelante,,,,

LA INFODEMIA Y EL PELIGRO DE LA DESINFORMACION DURANTE LA EPIDEMIA DEL CORONAVIRUS

En paralelo al avance del coronavirus, hay un nuevo concepto que también 
deja su impacto por estos días: la "infodemia", una práctica que consiste en 
difundir noticias falsas o maliciosas sobre la pandemia y que aumenta el pánico 
o la angustia en las sociedades.
Frente a este fenómeno, algunos analistas sostienen 
que "cuando hay una emergencia sanitaria, las 
operaciones de desinformación pueden poner en 
riesgo la salud de millones de personas" y 
establecen recomendaciones para el 
tratamiento correcto del tema.

La " infodemia " –tal es su nombre oficial, del inglés "infodemic"– es una práctica
 que genera pánico o promueve conductas incorrectas. El término fue 
utilizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) e introducido en la 
agenda argentina por la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti.
Investigadores del rol de la comunicación en las sociedades contemporáneas 
dialogaron con Télam sobre las formas de construcción de sentido en
un escenario de proliferación informativa que va desde prejuicios en
la terminología a los riesgos de viralización de contenidos falsos para llenar
vacíos, a la vez que analizaron la responsabilidad de los medios, las
plataformas digitales y el Estado.
El temor a lo desconocido, a no poder controlar 
nuestro porvenir, a menudo nos deja totalmente 
nerviosos. Este es el caso del COVID-19 (coronavirus) 
el cual produjo desde su llegada una sensación 
de estrés producto del encierro, el aislamiento y el 
exceso de información.Mario Riorda, académico, 
docente, politólogo e investigador, define "infodemia" 
como "un serio problema de desinformación que 
aumenta la propagación producto de la desinformación 
a escala 
masiva. Técnicamente, es una epidemia de mala 
información, o bien mala información que posibilita
 una epidemia vía datos falsos, errados o maliciosos 
que se propagan por redes sociales".
El analista y consultor comunicacional explica que la Organización Mundial de 
la Salud (OMS) sostiene que el nivel de estigma asociado con Covid-19 se
 basa en tres factores principales: es una enfermedad nueva para la cual 
todavía hay muchas incógnitas; a menudo tenemos miedo de lo desconocido
 y es fácil asociar ese miedo con "otros". Por eso, Riorda indica: "Las palabras
 utilizadas para nombrar cosas o situaciones son importantes y condicionan
 las acciones" y ejemplifica: "Caso sospechoso" está contraindicado porque 
perpetúa estereotipos.

"Tampoco se deben adjuntar ubicaciones o 
etnias a la enfermedad: no es 'Virus chino' o 'Virus 
asiático'", alerta, y destaca: "Usar terminología
 criminalizante o deshumanizante crea la impresión de
 que las personas enfermas de alguna manera han 
hecho algo mal o son menos humanos que el resto".
De esta manera, plantea que se recomienda hablar sobre "personas que
 tienen Covid-19", "que están siendo tratadas por...", "personas que se recuperan
 de...", "personas que murieron después de contraer...", "con la enfermedad 
de...", "víctimas de...", "personas que pueden tener..." o "que son presuntas de...".
Investigadora, periodista y estudiosa de la relación entre agenda pública, 
mediática y política, Natalia Aruguete analiza cómo en ese proceso se 
conforman percepciones y miradas. Actualmente, junto a Ernesto Calvo, está
 haciendo testeos provisorios de la conversación en Twitter sobre el Covid-19
 en distintos países y lo que observan es una mayor la propagación de false news 
que de fake news.
Ellos distinguen entre "fake news" y noticias falsas 
("false news") con la hipótesis de que "detrás de 
las ´fake news´ hay una finalidad política, una intención 
de provocar un daño mediante una operación política. 
Las noticias falsas, en cambio, pueden surgir de la 
necesidad de llenar vacíos de información incompleta
 mediante prejuicios que son coherentes con las 
creencias y la idiosincrasia que dominan una comunidad".

¿Por qué se viralizan las noticias falsas?
Para Aruguete, que junto a Calvo tienen prevista para abril la publicación del
 libro Fake news, trolls y otros encantos, un motivo es que "esos mensajes 
virtuales incluyen certezas que los científicos no pueden dar por lo dinámica que 
es esta epidemia". "En el caso del Covid-19, los vacíos en el conocimiento
 científico y las ciencias médicas, por caso, se completan con prejuicios: se emiten
 fechas, números y propuestas de tratamiento que generan un 'confort cognitivo'.
 Las certezas siempre dan mayor tranquilidad que las vacilaciones. En este 
sentido, las noticias falsas se propagan, además, en la medida en que esa 
información es congruente con el contenido circulado en una determinada
 comunidad virtual".

viernes, 27 de marzo de 2020

Coronavirus, ¿un pretexto para la discriminación?

La amenaza del coronavirus ha hecho que salgan 

a la luz ciertos comportamientos xenófobos contra 

la comunidad asiática



La alarma global provocada por la aparición 

del coronavirus SARS-CoV-2 en la ciudad china
 de Wuhan y su propagación a otros países tiene 
efectos más allá de la salud de las personas.
El miedo generalizado está provocando actitudes
 xenófobas y discriminatorias hacia la población 
asiática en países occidentales.
Esto se debe, en parte, a la falta de información y la 
propagación de noticias falsas que circulan por la red,
que extienden rumores y mentiras sobre el virus.
Algunos países también contribuyen a aumentar
esta sensación de alarma. Es el caso de Rusia,
que ha decidido deportar a los extranjeros que 
estén infectados por el coronavirus contradiciendo
así las recomendaciones de la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
La indignación llega a las redes sociales


Las redes sociales, especialmente Twitter, se han hecho

 eco durante los últimos días de la discriminación que 
afecta a muchos ciudadanos asiáticos como
consecuencia del coronavirus.
En España, muchos miembros de este colectivo han
publicado mensajes de denuncia bajo el
 lema #NoSoyUnVirus, para denunciar el rechazo
que están sintiendo por una parte de la sociedad.
Estos mensajes de denuncia también han comenzado
a expandirse a otros países como FranciaEstados UnidosItalia y Canadá.
Tanto es así que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) también ha mandado un mensaje para frenar los ataques:
“La alarma por el coronavirus es comprensible. Pero el miedo 
no puede justificar los prejuicios y la discriminación contra
la comunidad asiática. Luchemos contra el racismo, acabemos
con el odio y apoyémonos en esta emergencia de salud global”.
Ébola: un caso similar

No es la primera vez que una enfermedad focalizada

en un punto del planeta se convierte en emergencia internacional.
En 2014 varios países de África occidental sufrieron un grave
 brote de ébola, una de las enfermedades más mortíferas
 del planeta.
La enfermedad se expandió rápidamente por la falta de recursos
 para combatir el virus, pero también porque no hubo una 
respuesta coordinada entre los diferentes gobiernos.
Como consecuencia, se infectaron más de 30.000 personas
 y hubo más de 11.000 muertes, según datos de
Fuera de África, en los países occidentales, los casos
 de ébola no superaron la docena según recoge la OMS.
Sólo falleció una de las personas infectadas en Estados Unidos.
La enfermera española Teresa Romero fue la primera 
persona infectada por el virus fuera de África. Su caso
enseguida acaparó la atención mediática, relegando a un
segundo plano lo que estaba sucediendo con las miles de
 víctimas en África.
Estas situaciones también deben hacernos reflexionar
sobre la diferencia entre los países desarrollados y las
regiones con menos recursos y cómo recibimos
 la información sobre la emergencia sanitaria.
La docena de víctimas del ébola en países occidentales
tuvo mucha más presencia en los medios que los miles
de muertos en África. Lo que hace que nos preguntemos
si la gravedad de la epidemia tiene el mismo peso
para todo el mundo.

PYMES Y CORONAVIRUS

 A los genios del gobierno, señores este no es el mapa de la pandemia es el mapa de la recesión financiera  que hace unos años afecto a cas...